sábado, 25 de diciembre de 2010

NAVIDAD, NAVIDAD, DULCE NAVIDAD para MARINELA

Dulce, dulce.
Voy a saborear la dulce
sensación de la navidad...
Qué es...? cómo sabe...?

dulce es mirarte,
dulce es sentirte,
dulce es acordarse,
sentirse recordado.

Dulce es mirar al horizonte,
mirar cada cambio de solsticio,
como éste que iniciamos,
sintiéndose amablemente acompañado.

Dulces son las barreras que no existen
y el aroma de las magnolias que te envuelven.

Dulce es ...
el barro que moldea un pensamiento
y el temblor de unos sentimientos
de amor correspondidos.

Dulce... es saber que a cada solsticio,
como la luna,
el amor crece, y se llena,
y decrece y se mengua...
mas existe... y se perpetúa
en cíclica melodía.

Dulce no es soñar
con aquello que no esperas,
y amargo el esperar a quien no llega

Dulce es...
conocer dónde está la calma
y alcanzarla...

Dulce, dulce la sensación
de ser oído en los silencios
o decir lo que se piensa
sin tener que pensar lo que se dice.

Dulce es quien escucha
la barbaridad o la estridencia,
y a pesar de ello,
la adorna y disimula
sin reproche de castigo.

Qué dulce sensación aquella
de sentir y ser sentido.


Esta es, Maria Manuela,
la Navidad que yo imagino:
aquella en que el significado
de tu nombre reverbera
para ser
aquella bella señora que nos guía.

Dulce Navidad si así te fuera,
y si no
Dulce Navidad que a tí te llegue,
esa dulce que describo,
que, amargores, ya nos sobran
como coronas de espino.

Dulce, dulce, dulce deseo
saborear la vida
como en tus sueños.
Pero la vida no es sueño
Marinela,
no podemos dejarla en la última celda,
ni las promesas, ni el amor, ni la nostalgia...
porque el tiempo inexorable de la vida
tiene su sorpresa muy escondida
hasta el amargo paladear de dónde acaba.

Y entonces, y ya lejos, descubrimos
a cuántos momentos dulces hemos renunciado
voluntaria y equivocadamente
sin saberlo, sin quererlo,
Ya lejos también regurgitamos
el terrible estereotipo
de lo que teníamos que ser
que no nos ha dejado, imbéciles de vida,
vivir aquellos límpidos deseos,
dulces y serenos,
bravos o estrepitosos,
que creímos que lo fueron y no son,
o no son como quisimos, tan eternos.

Entonces, el dulce deseo, ahora, hoy,
¿está en añorarlo?
¿está en vociferarlo?
¿está en revivirlo?

No, Marinela, el dulce deseo
no está en la esperanza
que ya se alarga y casi nunca llega,
no está en los tímidos sentimientos
que ya fácilmente se esconden,
acostumbrados como están
a las arrugas del tiempo.

No, no están los dulces deseos
henchidos ya del valor
de los pasados vituperios
ni de las ínfulas futuras.

Ahora muchos vemos el dulce deseo
como un enarbolar
un "carpe diem" permanente,
indoloro, incoloro e insípido,
hasta que la suerte nos separe;
o hasta que el destino nos depare
un amanecer distinto e irregular
donde al final se nos decubra

que sólo, sólo...

un paseo de la mano a la luz de la luna,
o bajo el tibio sol de primavera,
o el roce aterciopelado de una piel
imantada en el escondite de unas sábanas,
o un beso lento, destilado,
a ojos cerrados,
y unas caricias cinceladas
de incierto final y recorrido,
es lo único,
o casi lo único que importa.

Si unos labios tiemblan,
si un corazón se estira,
si una piel se eriza
y los ojos siguen sin abrirse,
entonces es que has vuelto a un
dulce sueño olvidado.

Mientras todo eso no ocurra,
Marinela, el sueño de la Navidad
se queda en el aletargado tiempo
de la esperanza que te digo nunca llega.

En esta esperanza, menos mal, están
las huellas del pasado,
esas que hayas labrado día a día,
y que se acuerdan de tí en estos días
y en estas lides y en esas paces.

Dulce esperanza ésta, que te recoge
entonces empática y te acompaña.

Ay! Ay de aquél que ni siquiera esas
huellas haya sembrado.

Marinela, no te puedo contar...
y por eso yo no canto, no cuento
lo que solo yo tengo permiso para saber,
pero ya he tenido varias veces
el alma conquistada,
y debe ser que
o no he sabido entregarla entera
o quien sí que me la ha tenido
no ha sabido cómo atarla.


La conquista inicial del alma es fácil,
muy fácil de conseguir,
pero hay que lisonjearla día a día,
alimentarla de luces de luna,
de primaveras, de reconocimientos,
de pieles cálidas y descubrimientos
y entregas a ritmo acompasado,
de sinsabores a medias,
de prioridades sin intermediarios,
de esperas y contradicciones,
de ritos y fantasías.

El tiempo pasa,
y es en esas pequeñas cosas
donde se curten los corazones,
y los estereotipos vuelven a ser
los testigos del devenir:
o permaneces sin el alma conquistada
y la resignación la inunda luego,
o abandonas la pelea,
en un ¿para qué? sin sentido;
o resistes y te dices a tí mismo
que ni las arrugas, ni la vida misma
van a marcar tu propia esperanza
de intentar que esas pequeñas cosas
formen parte de tu destino.

Marinela, a pesar de los altibajos, y a pesar de las arrugas, yo me considero fuerte de espíritu y de valor, de momento.

Marinela, Muchas gracias...
Y, que la Navidad -solsticio de invierno- sea tan plácida para tí y para quien tú quieras, como los dulces sueños que te deseo.
Un besito pirata...

8 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Este 24 de Diciembre, ha sido una grata sorpresa, encontrarme esta “Dulce Navidad” para Marinela….

    Muchas verdades, muchos deseos, mucha fortaleza de espíritu, mucho valor en tus palabras, pero poca fe.

    ¿Quién es el destino para organizar nuestra vida?, no hay que darle un papel tan protagonista, en su lugar, un “carpe diem”, como dices Tribuluis, pensado, buscado y experimentado en cada una de las celdas del alma.

    Durante el tiempo que invertimos en buscar un amanecer distinto, se van sucediendo momentos, momentos que también pueden sorprendernos, y haciendo uso de una expresión, como veo que te gustan, en ocasiones, “hay que quemar las naves” y empezar de nuevo.

    De tu extensa disertación, armónicamente escrita, percibo dos o tres cosas que se andan repitiendo: Te resistes a tener esperanza y sin embargo la tienes. La falta de fe en nuestra intervención para marcarnos un camino y el inexorable paso del tiempo, que lo es, pero no lo más importante, sino cómo acompañamos su paso, queriendo que los minutos sean horas o que las horas se hagan minutos. No hay que comerse el tiempo para que no nos encuentre el alma desocupada.

    Conquistar el alma no es nada fácil, conquistar el alma es llegar y abrir un horizonte donde solo había barreras, y quedarse allí.
    Las almas no se atan, se quedan. Y desde luego, también me considero fuerte de espíritu, tengo valor y entusiasmo, porque…. ”los años arrugan la piel, pero renunciar al entusiasmo, marca arrugas en el alma”

    He de confesarte que aún estoy comenzando el camino, sigo sorprendiéndome de lo poco que sé y de cuantos errores cometo.

    Aún estoy aprendiendo a soñar, a vivir, a amar…

    Gracias por esta “Dulce Navidad”, Los sueños nos ayudan a vivir, nos abren caminos, nos ayudan a marcarnos metas y a asegurar nuestros pasos, por eso, también
    ¡Felices sueños!

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  3. Pues lo siento, ahora se me ven o me veo las arrugas en el alma. ¿Se nota? Pero aún, todavía, creo que el calor las plancha. El problema está en saber planchar.
    Y, no me digas eso de que estás empezando el camino, no digas que estás aprendiendo a soñar, a vivir, a amar...porque todos sabemos lo que queremos y cómo hacerlo. Todos sabemos perfectamente lo que queremos, cómo queremos estar, cómo queremos vivir mañana. Otra cosa distinta es si nos atreveremos a hacer algo real, no sólo escrito o meditado, para conseguirlo. Si tendremos valor de afrontarlo con todas sus consecuencias. Incluso aquellas que sabemos que nos pueden llevar a arrepentirnos de haber tomado decisiones equivocadas.
    El problema, a esta edad, si se tiene un poco de conocimiento, no radica ya en aprender, sino en variar hábitos, reeducar pensamientos, y romper barreras anteriores. No es tan difícil variar si amas, no es difícil reeducar pensamientos si amas, pero sí es difícil romper barreras, zanjar vidas anteriores que te permitan eso. Porque no estamos acostumbrados, educados socialmente para eso. Pertenecemos a una especie convertida en sociedad, humana, donde hemos ido creando fantasmas por doquier (fantasmas políticos, religiosos, sexuales, de comportamiento en sí) de lo que es bueno y de lo que es malo.
    Depende de cómo se haya ido conformando la sociedad en que vivimos y cómo se han conformado esos fantasmas. ¡Esto es bueno y esto es malo!.
    Rompe si quieres con lo anterior y haz lo que quieras si te atreves. Si te atreves es la clave, el punto de inflexión que todo lo condiciona. En definitiva, tomar decisiones que sabes que dolerán a algunos, que te dolerán a tí porque sabes que dañarán sentimientos de personas a las que no deseas nada malo.
    Ese es el dilema de la sociedad actual: no hacemos para no dañar, y entonces nos dañamos nosotros mismos. El daño inevitable, diría yo.
    ¿Dónde está el equilibrio? ¿Dónde abrir ese nuevo horizonte sin dañar a nadie?. Estamos encerrados en esa perversa contradicción.
    Pero algo he aprendido yo en estas arrugas que soporto: no soy imprescindible para nada ni para nadie. He formado parte del sistema para bien y para mal, y me he comportado -con altibajos- como es socialmente deseable que me comporte. He trabajado, he ayudado, he criado, he convivido, he amado, he vivido como Dios y el Mundo mandan, seguramente con muchos errores como todos. Y, hasta aquí he llegado. He esperado algunos años en la clausura voluntaria a que me he aclimatado y también seguramente de forma equivocada.
    Soy muy lento, muy paciente, pero muy constante en el tiempo largo. No soy de recorridos rápidos y cortos y claros, sino más bien de carreras de fondo con paso pausado y silencios elocuentes.
    Pero no soy cobarde y tomo decisiones. Afronto este nuevo despertar rebelándome, que solo el tiempo dirá si corre a mi favor o si me lleva al equívoco.
    Este soy yo!!
    Creo!!

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  4. Acabo de ver las horas que el blog pone a las entradas y comentarios y no coincide con la real que marca el reloj. No sé porqué pasa eso, pero ahora que lo compruebo, tengo que decir que algunas partes de mis referencias a las horas son, por tanto, erróneas, equivocadas, de forma que, perdón. Lo escrito con esas referencias temporales solo tiene valor y significado si las horas que figuran en la publicación de la entrada al blog fueran certeras y reales.

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  5. Te lo digo y lo repito, estoy aprendiendo a soñar.....de otra manera, a vivir....de otra manera (más egoista), tal vez, y a amar, bueno, eso es verdad que solo sé hacerlo de una forma........

    Todos sabemos lo que queremos, yo también, pero el cómo es lo que resulta más dificil decidir, estoy en ello.

    No se pueden abrir nuevos horizontes sin dañar a nadie y como dices, ahí está el dilema, pero yo también pienso que hay que seguir adelante y dejar de ser el "sufridor, imprescindible y necesario"

    Me trasmites enfado, enfado porque nosotros, los otros, no te dejamos ser como eres.
    Se como quieras ser, los demás también lo somos, intentándolo cada día, aunque antes tengamos que soñarlo.

    ¿Estamos educados para ser y comportarnos como manda dios y la sociedad?, no, porque nuestros semejantes más cercanos no lo hacen. Es nuestra forma de ser; pensar demasiado y por delante de nosotros mismos, en los demás, contra eso hay que rebelarse, y "aprender" a ser un poco egoista.
    Encontrarse solo, "solo", es la mejor posición para tomar decisiones, alejado de esas voces que llaman a tu conciencia.

    Estoy segura que encontrarás el "como" hacerlo cuando dejes de estar enfadado y de considerarte una víctima, que no martir.
    Y de lo que más segura estoy es de que "la nostalgia" que esperas, llegará y se convertirá.

    Besos pirata

    (por cierto, la hora la tienes equivocada, no eran las 14...h eran las 12...h de la noche.

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  6. Vale, vale... Marinela.

    Gracias por estar.., tan rápido, tanto que no me da tiempo incluso a rectificar... casi antes de equivocarme.

    No te imaginaba tan rápida, Marinela.

    Ya he rectificado la hora del sistema del blog y creo que se han variado ya todas las entradas a las horas reales en que están volcadas. Por eso vuelvo a repetir, las referencias hechas han de entenderse a la hora equivocada que yo ví.

    Ah! y Procuraré, en serio (jó, qué dificil tarea), dejar de dar esa sensación de estar enfadado y sentirme víctima, porque realmente no estoy enfadado aunque lo parezca, aunque sí, sí, me siento un poco víctima de no ser muy como los demás, de no llevar el camino trazado. Víctima quizá de mí mismo. Pero, en serio otra vez, procuraré modificar ese mal hábito.

    Un besito.

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  7. Ayssss!! bueno y ahora me voy por un tiempo largo a hacer esas "cosas vulgares" que hace todo el mundo......
    Nos leemos,
    Adios "piratilla"

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  8. Ah! y NO se me olvidada, pero me daba vergüenza proponerlo, así que aunque sea por aquí:

    ¿Te acuerdas del café que vimos lleno de estanterías y libros...el día de la cena?

    Una propuesta que no quiero que pase por atrevida, eh!... no sé qué día ni a qué hora...

    Las letras dan de sí un tiempo limitado e interpretable, pero las palabras y la mirada son más rápidas y los gestos más expresivos...

    ¿Un hueco amplio, una hora larga de café, solo café, antes de volver el día 3?. Nunca hemos tenido la ocasión de hacerlo cara a cara con un poco de sosiego. Siempre, con el tiempo limitado o con testigos, hemos apuntado cosas,actitudes y reproches, he dejado hilillos que no quiero que malinterpretes y que un poco de libertad de tiempo y de palabra hará que comprendas que nada malo ni raro tienen que ver contigo.

    Y, por favor, NO se trata de una cita, que eso queda para Migueles de antaño. No estoy para citas. Nada que ver.

    Te mandaré mensaje de mi correo y de mi MSN por si quieres usarlo.

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